En este artículo te aporto 5 consejos que te darán una nueva perspectiva y te ayudarán a entender mejor lo que te ocurre y qué hacer para combatir la ansiedad social, empezando hoy mismo.

Verás, hay un par de palabras de diferencia entre sufrir ansiedad social, o tener timidez o introversión:

TENER VIDA

Mientras que la timidez y la introversión te llevan a adaptar planes, tener menos amigos o evitar situaciones de exposición, la ansiedad social te bloquea mental y físicamente, haciendo que vivas a medias y llegando a:

  • Dañar relaciones familiares y de amistad.
  • Impactar en el entorno laboral, tanto en la relación entre compañeros como en el rendimiento.
  • Afectar a las actividades más básicas de una persona como salir a la calle o hacer la compra.
  • Dejar incluso el trabajo o los estudios para evitar cualquier situación social, este término se conoce como antropofobia.

¿Quieres entender mejor de qué se trata?

Es un trastorno de ansiedad que permanece en el tiempo, e incluso se manifiesta a diario. Limita la vida de quién la sufre privándole de hacer aquello que quiere, pero que no hace por pánico al rechazo o la crítica.

Imagina que tu mente descansa sobre un nido construido a base de: experiencias buenas y no tan buenas, sueños, miedos, inseguridades crisis, éxitos…

Cuando experiencias pasadas dolorosas, inseguridades, críticas recibidas y miedos ganan espacio, tú percepción del mundo se vuelve negativa. Viendo la exposición al mundo exterior como una amenaza y una fuente de sufrimiento.

La pandemia ha venido de la mano de un nuevo titular: Ansiedad, la pandemia del siglo XXI.

Porque sí, ya vivíamos en una sociedad que supone un reto en mayor o menor medida para todos. Pero desde marzo de 2020 se han ido sumado nuevos obstáculos en forma de crisis de ansiedad y aislamiento.

No te conozco todavía, pero no tengo dudas de que eres muy valiente por estar hoy aquí buscando respuestas y soluciones.

¿Qué ocurre en la mente de una persona con ansiedad social?

Voy a ir a ese evento.

En qué momento dije que iría, no quiero.

Qué pinto yo ahí.

Me están mirando.

Seguro que se han dado cuenta de que llevo el pelo sucio.

¿Por qué hablan tanto y tan alto?

Van a pensar que soy borde.

Vamos, di algo interesante.

Voy a decir algo gracioso.

Nadie se ha reído, no debería de haber dicho nada.

Otra vez estoy actuando raro.

Me duele el estómago, tengo que ir al baño.

Me sudan las manos.

Ojalá pudiera ser invisible.

¿Es raro si me aparto del grupo un rato?

Creo que me estoy mareando, voy a sentarme.

5 reflexiones para reducir el espacio que la ansiedad social tiene en tu vida

1) Sé tu prioridad

La baja autoestima es el alimento favorito de la ansiedad social.

Cuando tu autoconcepto o autoaceptación se tambalean, empiezan a surgir grietas por las que entran la ansiedad, el miedo a la crítica o al futuro incierto.

Empieza a enfocarte en todo lo bueno que hay en ti, para poder combatir la ansiedad social:

  1. ¿Cuántos logros has conseguido en la última semana?
  2. ¿Cuáles son tus habilidades? ¿Qué se te da bien?
  3. ¿Te consideras una buena persona?

Recuperar la autoestima es una carrera de fondo y muy cambiante, pero al igual que no puedes aprender un idioma sin ir a clases, tampoco podrás aprender a quererte sin dedicarle un tiempo todos los días, mediante la terapia y actividades que te enriquezcan.

También te invito a que empieces a practicar sobre qué hacer para combatir la ansiedad social, con esta guía rápida de Escritura Terapéutica.

2) Reconcíliate con el error

Qué hacer para combatir la ansiedad social

¿Cuántas veces en el colegio quisiste decir algo y nunca lo hiciste? ¿Cuántos comentarios ingeniosos y útiles se habrán perdido en el mar de tu memoria?

Desde ya: equivócate.

Reconcíliate con el error, con el ridículo, con la crítica, y juega a la imperfección.

Cada vez que decides actuar estás aceptando de manera implícita la posibilidad de errar, y eso da MIEDO. Porque tu subconsciente siempre, siempre, siempre, optará por alejarte del sufrimiento.

Lo que no sabías, es que con cada fallo estarás deshaciendo la asociación mental limitante que has ido arraigando en tu pensamiento durante TODA tu vida:

Antigua asociación mental: ERROR = FRACASO = PÉRDIDA =TORPEZA.

Nueva asociación mental: ERROR = APRENDIZAJE = GANANCIA = SABIDURÍA.

A largo plazo, integrar el error como un suceso positivo, del que siempre extraes un aprendizaje que te indica que estás progresando y con el que además podrás ayudar a otros, te harán sentir una persona realizada y con inteligencia emocional.

3) Haz preguntas a los otros

Cuando te encuentres con un grupo de personas y empieces a sentir la presión: haz preguntas.

A los seres humanos nos encanta hablar de nosotros mismos.

  • Cuando le preguntas a alguien sobre su familia, trabajo o logros, despiertas su interés.
  • Alejas el foco de ti poniendo la atención sobre la otra persona, y te regala espacio.
  • Además, cuando haces preguntas alimentas tu inteligencia emocional y social: te ayuda a entender mejor a los demás y a mejorar tu autoconocimiento.
Qué hacer para combatir la ansiedad social o la fobia social

Ten presente que la desfocalización en la propia carencia, te permitirá ver a los demás, entender que también tienen sus vivencias y cuestionamientos ante sus posibles dolores. Estos choques de realidad te servirán de ejemplos para reconciliarte contigo y con tus circunstancias. Entender a los demás es entenderte a ti también.

4) Hazte preguntas a ti

Tienes la respuesta exacta para los problemas de los demás, ves muy claro qué es lo mejor para ellos y no dudas ni un segundo.

Prueba a hacer lo mismo contigo.

Mira, imagina que estás en una situación en la que empiezas a notar cómo tu cuerpo pasa a ser más y más rígido, la respiración se altera y tu mirada empieza a ir de un sitio a otro.

En ese momento mantén una pequeña conversación mental contigo y pregúntate:

  • ¿Qué le diría a mi mejor amigo/a si se encontrara en esta situación?

Te ayudará percibir lo que está ocurriendo desde un punto de vista más objetivo.

5) Sé fiel a tu naturaleza

Todo el mundo habla, gesticula, se ríe, se abraza, interactúan con facilidad y parece que les sale de manera natural. Y tú piensas:

  • Di algo, haz algo, sonríe.

Tus ojos esquivan cualquier contacto visual y esperas que cuando vuelvas a parpadear aparezcas en tu habitación, o que alguien se haya acercado a ti y pueda descubrir que no eres una persona inaccesible o antipática.

NO ERES UN BICHO RARO, NECESITAS CONOCER QUIÉN ERES.

Identifica cuáles son tus habilidades, como por ejemplo la sensibilidad o el poder de observación.

Habla con las personas que te conocen, que te cuenten cómo eras en tu infancia y qué aprecian de tu personalidad.

Forzarte a ser extrovertido o parlanchín cuando no lo eres, te pone más presión sobre los hombros. Por tanto, respeta tu esencia, acéptate tal y como eres y muéstrate con serenidad al mundo.

¿Existe un tratamiento para la fobia social o la ansiedad social?

Sí, la ansiedad es regulable y conseguimos que el paciente sane su relación con la sociedad a través de la terapia vincular-relacional, sin necesidad de fármacos por defecto.

Como psicóloga especializada en trastornos de ansiedad, veo a diario cómo pacientes pasan de vivir con miedo a disfrutar cada segundo de su vida.

Ves al Club de los Héroes Anónimos, mis pacientes te cuentan de viva voz cuál ha sido su experiencia y cómo han podido superarla.

Si sientes que la ansiedad social ha ganado demasiado terreno en tu día a día, estoy aquí para ayudarte.

“Tal vez el error está en querer que las personas encajen en el mundo, en lugar de hacer del mundo un lugar mejor para las personas”.

Paul McHugh.

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